Catadores de la Palabra en Google+
Para ir a la primera parte de Einstein: http://fdocc.ucoz.com/index/0-86
Albert Einstein
(parte 2)
"Para
Einstein la palabra "religión" se
refiere a ese profundo e inspirador sentimiento de devoción piadosa, ajeno a
toda indoctrinación dogmática. Einstein
jamás asistió con regularidad a ningún tipo de servicio religioso"
"Para
Einstein Dios es una Inteligencia Superior que se revela a sí misma en el mundo
de la experiencia. En la existencia de tal Inteligencia tuvo Einstein una
profunda convicción. Einstein rechazaba tanto la idea de un Dios castigador
como la de un Dios con apariencia humana"
(M. Jammer, 1999,
"Einstein and Religion, Princeton University Press, Princeton, New
Jersey)
"Einstein
rechazó la idea popular de que la ciencia no tiene nada que ver con la religión
al declarar: "La ciencia depende fuertemente de
la religión pero no a la inversa. Puede hablarse de los fundamentos morales de
la ciencia pero no de los fundamentos científicos de la moral"
"
(F. Ferré,
"Einstein on Religion and Science", American Journal of Theology
and Philosopy, 1980, 1:20-28).
"Cualquier
interferencia de la teología con las tareas de la ciencia es destructiva para
la teología misma... Einstein rechaza la idea de un Dios personal (de un Dios
con atributos humanos), pero sabemos que el predicado "personal" puede ser dicho referente a Dios
solamente de una manera simbólica o mediante analogía"
(P. Tillich,
"The Idea of a Personal God", Union Review, 1940, 2:8-10;
Gesammelte Werke, vol. 12 (Evangelisches Verlagswerk, Stuttgart, 1971),
pp. 300-304)
"Einstein
nos insistió en que "la física y la religión no son solamente compatibles, sino
que también se apoyan, validan y confirman entre sí" "
"Si
Einstein habla de la Razón Cósmica, esto debe de ser entendido como una
expresión de reverencia ante el misterio del Absoluto, en oposición a esas
ideas teístas completamente humanas acerca de Dios... Dios no es una persona
como el hombre es una persona. El que todo lo abarca y todo lo penetra nunca es
un objeto que el hombre pueda ver a la distancia con la finalidad de hacer
declaraciones sobre él... [Dios] no es una persona individual entre otras
personas, tampoco es un superman o un superego. El término "persona"
es solamente una clave para designar a Dios.
(H. Kúng, a catholic
theologian, Does God Exists?, p. 632)
"Einstein
pretende conocer a Dios a la luz de su experiencia como científico y como gran
erudito, así como nosotras, a nuestra pequeña escala, tratamos de comprender a
Dios como amas de casa y como mamás"
(Mrs. Renick Martin,
1940, Kansas Women's Christian Mission)
"Parece un
sano razonamiento argumentar que Dios no hubiera sido Todo Poderoso si no
hubiera hecho al hombre libre. Se requiere de mayor habilidad para hacer a una
máquina que se mueva por sí misma que la que se requiere para construir una
casita de pájaros. Se requirió de Un Mayor Poder el haber hecho a un ser humano
con libre albedrío (auto-determinable), que lo que se requiere para construir
un autómata. Si Dios fuera solamente un espacio-tiempo impersonal, Profesor
Einstein, entonces no existiría un orden moral".
(Monsignor (Fulton J.) Sheen Answers
Einstein's Anti-God Attack, by the catholic periodical Tablet, Sept. 21,
1940)
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Algunas deficiencias del pensar de Einstein
en relación con Dios a la luz de la Biblia
Después de haber
leído la detalladamente documentada obra del físico Max Jammer "Einstein
and Religion", 1999, de la Universidad de Princeton, concluyo que
algunas de las cosas básicas que no supo, no entendió o no creyó Albert
Einstein de la Biblia son las siguientes:
1) Que la
Biblia es consistente consigo misma y con toda buena ciencia experimental y
racional. Einstein la leyó en su adolescencia sin pretensiones de entender a
fondo la coherencia lógica de la Biblia, tanto consigo misma como con todo el
Universo. La Biblia no es un libro tradicional y religioso más, al lado del corán
y de otros, es el Libro de los Libros revelado por Dios: es la Palabra
de Dios, la cual es la Voluntad de Dios.
2) Einstein,
tristemente, no creyó en la existencia de la vida eterna, aún cuando la Biblia
explícitamente señala con claridad que cuando Cristo venga por segunda vez,
los muertos serán levantados y los vivos que le creyeron serán transformados
para vivir eternamente con un nuevo cuerpo espiritual con él.
Bíblicamente, el único de entre todos los hombres que está vivo
actualmente después de haber muerto, y por lo tanto, que la Biblia dice que
"venció a la muerte", es Nuestro Señor Jesucristo. El resto
de los que han muerto están "durmiendo", hermoso
eufemismo bíblico que indica que va a haber un despertar, por lo tanto, quien muere
pierde la noción del tiempo y del espacio, y cuando sea levantado por Cristo,
va a pensar que acaba de transcurrir un instante después del último pensamiento
que tuvo antes de morir, a pesar de que en función del tiempo para los que
viven, hayan pasado miles de años. Este es un gran ejemplo de cómo el tiempo es
diferente en función de quien vive comparado con aquellos que ya han muerto.
Maravillosa realidad que si Einstein la hubiera entendido, conocido y creído,
le hubiera inspirado mucho más grandes pensamientos acerca de la relatividad
del tiempo y del espacio.
3)
Einstein no creía que Dios, siendo Espíritu, es un Dios
de Amor que se interesa especialmente por cada uno de nosotros, y por lo
tanto, cuando nos dirigimos a Él en oración conforme a su bendita palabra, sabemos
que nuestras oraciones son respondidas. La oración es una poderosa
herramienta dada por Dios a nosotros para poder alterar, para nuestro bien, el
devenir natural de los acontecimientos; es decir, para poder cambiar la
historia de lo que hubiera sucedido si es que nosotros no hubiésemos orado.
Einstein no creía en que Dios fuera a la vez castigador y dador de recompensas
y bendiciones; es más, Einstein no creía que Dios hiciera ni una cosa ni la
otra, es decir, que pensaba que Dios no intervenía en absoluto en el transcurso
de la historia humana; bueno, veamos: Dios nos señala el buen camino, y nos
dice que al apartarnos de Él, vamos a recibir las consecuencias acordes a
nuestras acciones fallidas. Ciertamente Dios no se ensaña en dañarnos, nosotros
mismos recibimos lo que mereceríamos al obrar mal. En cambio, Dios ¡sí es un
Dios que nos sacia de bienes y de bendiciones!: "PIDAMOS Y RECIBIREMOS
ACORDE A NUESTRO CREER BASADO EN SU PALABRA", además, al final de los
tiempos, Dios nos tiene reservadas recompensas (las múltiples
"coronas") si nuestro andar es acorde a la administración de la
gracia que Él nos legó para este tiempo, para el ahora en el que vivimos. Y
esto que es tan bellamente sencillo, Einstein no lo entendió, y por tanto no lo
creyó, confirmando Einstein que espiritualmente: "nadie puede ir más allá
de lo que se le ha enseñado", a no ser que uno mismo ponga especial
diligencia y estudie cuidadosamente las cosas, consultándolo todo con Dios,
platicándolo con Dios, es ese "tener hambre y sed por la Palabra de Dios".
4)
Einstein no asistió nunca a ninguna reunión para aprender sobre la Palabra
de Dios, para alabar a Dios, o para platicar con Dios (orar). La Biblia muestra
la importancia de asistir a reuniones con otros creyentes para "ser
mutuamente edificados en amor", para dar y recibir esa fortaleza que
en la familia de Dios es donde se recibe, para vivir ese consuelo, esa dicha.
Pero la verdad es que no es tan fácil encontrar un grupo de excelencia para
estudiar la Biblia. En mi caso, me bendicen mucho las reuniones caseras de
estudio Bíblico en donde se tienen manifestaciones del espíritu santo (hablar
en lenguas y palabra de profecía), donde se canta alabando a Dios, donde se
puede aplicar el principio del compartir de nuestra abundancia, en donde se
puede orar en voz alta; pero principalmente, en donde se puede estudiar de una
manera seria e inteligente la Palabra de Dios, la Biblia, ese libro precioso
que verdaderamente posee exactitud matemática y precisión científica para todo
aquel que tiene oídos para oir y ojos para ver, para recibir esa integridad
inherente presente en ella, tal cual nos fue revelada originalmente, sin vanos
e inútiles dogmatismos religiosos.
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ASPECTOS
COLATERALES A EINSTEIN:
"La historia de tomar en cuenta a Dios, así como a algunos
aspectos espirituales en el campo de la física, es muy antigua, ya Kepler y
Newton en sus respectivas obras incluían frases en las que reconocían a Dios como
el Creador del Universo"
"El ensayo "Eternity"
de Stump y Kretzmann (1981, J.Philosophy, 78:429-458, reimpreso en T.
Morris, ed: The Concept of God (Oxford University Press, Oxford, 1987,
pp. 219-252) tuvo el efecto de poner a estudiar a muchos teólogos los
fundamentos de la teoría de la relatividad"
"La idea de
la eternidad sin tiempo de Dios, o de un modelo atemporal de existencia divina,
ha sido concebida con el fin de resolver el problema de la aparente
incompatibilidad entre la omnisciencia divina (incluyendo la presciencia de
Dios) y el libre albedrío humano"
(M. Jammer, 1999,
"Einstein and Religion, University of Princeton Press, Princeton,
New Jersey, p. 32 y 75)
"La
densidad local media del universo permanece constante debido a la existencia de
un "campo de creación" que continuamente produce nueva materia en la forma de
átomos de hidrógeno que combinan y dan origen a nuevas estrellas y galaxias"
(F. Hoyle, "A
New Model for the Expanding Universe", Monthly Notices of the Royal
Astronomical Society, 1948, 108:372-382)
"Ahora
vemos como la evidencia astronómica conduce a la perspectiva bíblica del origen
del mundo. Los detalles difieren, pero los elementos esenciales en los
registros, tanto en el astronómico como en el bíblico, son los mismos: la cadena
de eventos que llevaron hasta el hombre comenzaron repentina y marcadamente en
un momento definido en el tiempo, en un relámpago de luz y energía... Para el
científico que ha vivido por la fe en el poder de la razón, la historia
concluye como un mal sueño. Ha escalado las montañas de la ignorancia, está a
punto de conquistar los picos más altos, y al apoyarse sobre la última roca, se
encuentra con que es recibido por una cuadrilla de teólogos que han estado
sentados allí durante siglos".
(R. Jastrow, God and
the Astronomers (W. W. Norton, New York, 1978), p. 116)
"La mayoría de los cosmólogos modernos
consideran al Big Bang como
un evento único sucedido en t0 = 0 ó inmediatamente después"
(M. Jammer,
"Einstein and God", p. 258)
"Pienso que
he dejado completamente abierta en mi artículo la cuestión de la existencia de
un Ser Supremo. Sería perfectamente consistente con todo lo que sabemos, el
decir que existe un Ser que fue responsable de las leyes de la física"
"Si
encontramos la respuesta, será el triunfo final de la razón humana - porque
entonces conoceremos la mente de Dios"
(S. W. Hawking, The
Edge of Space-Time, American Scientist, 1984, 72:355-359; A Brief
History of time, p. 175)
"En breve,
cientos de años de intenso esfuerzo científico por algunas de las mentes más
finas que han existido, finalmente ha producido una panorámica del universo que
está en sorprendente concordancia con las breves palabras que aparecen en los
pasajes de apertura del libro del Génesis. Pero aún así, nuestro compromiso religioso
no debe de depender de la consistencia entre la física y la Biblia"
(N. Aviezer,
"In the Beginning - Biblical Creation and Science" (Ktav, Hoboken, NJ,
1990), p. 17. El libro ha sido publicado también en francés, ruso,
español y portugués).
"La teoría
del Big Bang no presenta una explicación acerca de los quasares
ni de la fuente de la conocida masa oculta en el Universo, sería
sorpresivo que sobreviviera al telescopio Hubble"
(J. Maddox,
"Down with the Big Bang", Nature, 1989, 340:425)
"Con el advenimiento de la cosmología
del Big Bang, que declara que el universo se originó en un tiempo
definido en el pasado, como un evento único, evento que pudiera fácilmente ser
interpretado como un acto divino de creación,
Pío XII elogió a los cosmólogos por haber demostrado que el universo es:
"el trabajo de una omnipotencia creadora, cuyo poder, puesto en movimiento
por el poderoso Fiat, pronunciado hace billones de años por el Espíritu
Creador, se difundió por todo el universo"
"Y estas,
son ideas que fueron esparcidas por la concepción del tiempo y espacio de
Einstein"
(Science and the
catholic church, Bulletin of the Atomic Scientists, 1952, 8:143-46, 165;
Einstein Session of the Pontifical Academy, Science, 1980, 207:1159-1167)
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"Los
teólogos y los filósofos parecen ignorar que la misma teoría especial de la
relatividad, mediante sus diagramas geométricos del espacio-tiempo, ofrece
quizás la mejor representación de la relación eternidad-tiempo"
(M. Jammer, 1999,
"Einstein and Religion, Univ. Princeton Press, New Jersey,
p. 32 y 75)
"La masa no
solamente es una medida de la energía, sino finalmente ella misma es energía, y
si la energía es la base esencial de todo el mundo material, esto, para el
Cristiano es una clara manifestación del espíritu activo creador de Dios en el
reino físico"
(A. Smethurst,
"Modern Science and Christian Belief", J. Nisbet, London, 1955).
"La
creación de la materia a partir de la nada no contradice a ninguna ley de
conservación física, de acuerdo a la relación masa-energía dada por Einstein (E
= mc2), Tomás de Aquino está en lo cierto al afirmar en su obra De
Potentia: "Que Dios pudo e hizo el algo de la nada, debemos sostenerlo
con firmeza"
(H. Margenau,
"Thomas and the Physics of 1958: A Confrontation" (Marquette
University Press, Milwaukee, 1958), p. 41)
"Obtener
las condiciones en una pequeña región del espacio para dar origen a un nuevo
universo... requeriría de una densidad energética que es muchisísimo más alta,
como para que pudiera ser proporcionada por cualquier tecnología conocida"
(E. Farhi and A.
Guth. "An Obstacle to Creating a Universe in the Laboratory", Physics
Letters, 1987, 183B:149-155)
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"Yo creo firmemente que el Creador,
Bendito sea Su Nombre, no es corpóreo y ningún atributo corporal se aplica a
Él"
"Los
conflictos entre la ciencia y la religión resultan de las interpretaciones
erróneas de la Biblia"
(Maimónides)
"Ralph
Waldo Emerson llegó a decir: "la religión que
teme a la ciencia, insulta a Dios y comete suicidio"
(Citado en H. E.
Cotton, ed, "Has Science Discovered God?", vi).
GÉNESIS LÓGICA DE LA RELATIVIDAD
Fragmento de un artículo aparecido en el Times de
Londres escrito por Albert Einstein (1919)
En el campo de
la física pueden distinguirse teorías de naturaleza diferente. La mayor parte
son teorías constructivas; por medio de un sistema de fórmulas relativamente
simple establecido como base, intentan estructurar una imagen de fenómenos más
complejos. Es de esta manera como la teoría cinética de los gases intenta
reducir los fenómenos mecánicos, térmicos y de difusión a movimientos de
moléculas. Cuando se dice que se ha logrado comprender un grupo de fenómenos
naturales, eso significa siempre, que se ha encontrado una teoría constructiva
que abarca los fenómenos en cuestión.
Pero, junto a
esta importante clase de teorías, hay una segunda, que llamaría: las teorías de
principios, que en lugar del método sintético, emplea el método analítico.
Aquí, el punto de partida y la base no están constituidos por elementos de
construcción hipotética, sino por propiedades generales encontradas
empíricamente, fenómenos naturales, principios de los que se deducen
matemáticamente formulados, a los que los fenómenos particulares, o sus
imágenes teóricas deben satisfacer. Es de esta manera como la termodinámica
intenta, partiendo del resultado general experiencia de que el movimiento
continuo es imposible, determinar por vía analítica las relaciones a que deben
satisfacer los fenómenos particulares.
Las teorías
constructivas tienen, además de la capacidad de adaptación y evidencia, la
ventaja de ser completas; la ventaja de las teorías de principios es la
perfección y la seguridad de los fundamentos.
La teoría de la
relatividad pertenece a la segunda categoría. Para conocer su esencia, se debe,
en primer lugar, aprender a conocer los principios sobre los cuales reposa. Pero,
antes de examinarlos, debo destacar que la teoría de la relatividad se parece a
un monumento de dos pisos, que son la teoría de la relatividad restringida y la
de la relatividad generalizada. La primera, sobre la cual descansa la segunda,
se refiere a todos los fenómenos físicos, a excepción de la gravitación, y las
relaciones de ésta con las otras fuerzas naturales.
Desde la
antigüedad griega, se sabe que, para describir el movimiento de un cuerpo, hay
que referirse al movimiento de otro cuerpo, con el cual se relaciona el
movimiento del primero. Se relaciona el movimiento de un coche con el sol, el
movimiento de un planeta con la totalidad de las estrellas fijas visibles. En
física, los cuerpos con los que se relacionan, en lo referente al espacio, los
fenómenos se designan con el nombre de sistemas de coordenadas. Por ejemplo,
las leyes de la mecánica de Galileo y Newton no pueden formularse más que
utilizando un sistema de coordenadas.
Pero para que
las leyes de la mecánica sean válidas, no se puede escoger a voluntad el estado
de movimiento del sistema de coordenadas (debe estar sin rotación y sin
aceleración). Un sistema de coordenadas admisible en mecánica se llama "un
sistema de inercia". Pero el estado de movimiento de un sistema de inercia
no se determina, según la mecánica, sin ambigüedad por la naturaleza. Hay que
decir, más bien, que un sistema de coordenadas que se desplazan en línea recta
y con movimiento uniforme con relación a un sistema de inercia es, igualmente,
un sistema de inercia. Por "principio de relatividad restringida" se
entiende la extensión de la proporción de arriba a cualquier fenómeno natural;
toda ley general de la naturaleza, válida para un sistema de coordenadas K,
debe ser válida, sin modificación, para un sistema de coordenadas K1, animado
de un movimiento de traslación uniforme con relación a K.
El segundo
principio sobre el que descansa la teoría de la relatividad restringida es el
"principio de la constancia de la velocidad de la luz en el vacío".
Este principio dice: "la luz tiene siempre, en el vacío, una velocidad de
propagación determinada (independiente del estado de movimiento y de la fuente
luminosa). La confianza que el físico concede a este principio se debe al éxito
de la electrodinámica de Lorentz y Maxwell.
Los dos
principios arriba mencionados se ven poderosamente apoyados por la experiencia,
pero no parecen, lógicamente, compatibles. La teoría de la relatividad
restringida ha llegado finalmente a realizar esta unión lógica modificando la
cinemática, es decir, la doctrina de las leyes referentes al espacio y al
tiempo partiendo del punto de vista físico. Ha demostrado esto: un sistema de
coordenadas, y es obvio que la forma de los metros y la marcha de los relojes
deben depender de su estado de movimiento con relación al sistema de
coordenadas.
Pero la antigua
física, que comprende las leyes de Galileo y Newton, no se adapta a esta
cinemática relativista en cuestión. De esta última se desprendían condiciones
matemáticas generales, a las que las leyes naturales debían corresponder, si
los dos principios generales en cuestión fuesen ciertos. La física debía
adaptarse a éstos. En particular, se ha llegado a una nueva ley del movimiento
para los puntos materiales (desplazándose rápidamente), que se ha comprobado perfectamente
en las partículas cargadas eléctricamente. El resultado más importante de la
teoría de la relatividad restringida se refiere a las masas inertes de un
sistema de cuerpos. Se ha demostrado que la inercia de un sistema debe depender
de su continencia en energía, y se ha llegado, por decirlo así, a la concepción
de que unas masas inertes no son otra cosa que la energía latente. El principio
de la conservación de la masa ha perdido su independencia y se confunde con el
de la conservación de la energía.La teoría de la relatividad restringida, que
no era sino la continuación sistemática de la electrodinámica de Maxwell y
Lorentz, ha abierto nuevos caminos pasando de sus propios límites. La
independencia de las leyes físicas con relación al estado de movimiento del
sistema de coordenadas ¿debiera limitarse al movimiento de traslación de los
sistemas coordenados, unos con relación a los otros?. ¿Qué tiene, pues, que
hacer la naturaleza con los sistemas de coordenadas introducidos por nosotros y
su estado de movimiento no debería ser absolutamente independiente de esta
elección (principio de relatividad generalizada). La aplicación de este
principio de relatividad generalizada es fácil de comprender por medio de una
experiencia muy común, según la cual la gravedad y la inercia de un cuerpo
están regidas por la misma constante (igualdad de la misma gravitante e
inerte). Piénsese, por ejemplo, en un sistema de coordenadas animadas por un
movimiento de rotación uniforme con relación a un sistema de inercia en el
sentido de Newton. Las fuerzas centrífugas que intervienen, relativas a ese
sistema, deben ser concebidas, en el sentido de la doctrina de Newton, como
efecto de la inercia. Pero esas fuerzas centrífugas son, exactamente como las
fuerzas de gravedad, proporcionales a la masa del cuerpo. ¿No sería factible,
en unas circunstancias, concebir el sistema de coordenadas como inmóvil, y las
fuerzas centrífugas como fuerzas de gravitación?. Es fácil concebirlo, pero la
técnica clásica se opone a ello.Esta reflexión hecha a vuelo de pájaro, nos
deja presentir que una teoría de la relatividad generalizada debe
suministrarnos las leyes de la gravitación, y la prosecución lógica de la idea
ha justificado esta esperanza. Pero el camino ha sido más arduo de lo que podía
esperarse, porque existía el abandono de la geometría de Euclides. Lo cual
significa que las leyes según las cuales los cuerpos sólidos deben disponerse
en el espacio no concuerdan exactamente con las leyes especiales que prescribe
la geometría euclidiana; es esto lo que quiere decirse cuando se habla de la
"curvatura del espacio". Los conceptos fundamentales, la
"recta", el "plano", etc., pierden, de este modo, su
significación exacta en física.En la teoría de la relatividad generalizada, la
doctrina del espacio y el tiempo, la cinemática, no llena el papel de un
fundamento independiente del resto de la física. La manera de comportarse unos
cuerpos y la marcha de los relojes dependen, más bien, de los campos de
gravitación, que son producidos a su vez por la materia.
La nueva teoría
de la gravitación se aparta notablemente, desde el punto de vista de los
principios, de la teoría de Newton; pero sus resultados prácticos concuerdan
tanto con los de esta teoría, que es difícil encontrar pruebas de diferencias
que sean accesibles a la experiencia. He aquí los que, hasta el presente, se
han encontrado:
1º La rotación
de las elipses de las órbitas planetarias alrededor del sol (comprobada por
Mercurio).
2º La curvatura
de los rayos luminosos por los campos de gravitación (comprobada por las
fotografías inglesas de eclipses solares).3º Un desplazamiento, hacia el rojo,
de los rayos espectrales de la luz que nos envían las estrellas de masa
importante.El principal atractivo de la teoría es que constituye toda una lógica.
Si solamente una
de estas consecuencias se demostrara inexacta, habría que abandonarla;
cualquier modificación parece imposible sin derrumbar todo el edificio.
Pero nadie debe
pensar que la gran obra de Newton puede realmente ser suplantada por esta
teoría, o cualquier otra. Sus ideas, amplias y claras, conservarán siempre, en
el futuro, su importancia eminente, y es sobre ellas sobre las que hemos
fundado todas nuestras especulaciones modernas acerca de la naturaleza del
mundo. Para ir a la tercera parte de Einstein: http://fdocc.ucoz.com/index/0-88
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