A continuación se presentan 44 de las 95 tesis de Martín
Lutero, clavadas en la puerta del castillo de Wittemberg el 31 de octubre de
1517
Disputación acerca de la determinación del valor de las
indulgencias
Por amor a la verdad y
en el afán de sacarla a luz, se discutirán en Wittenberg las siguientes
proposiciones bajo la presidencia del R. P. Martín Lutero, Maestro en Artes y
en Sagrada Escritura y Profesor Ordinario de esta última disciplina en esa
localidad. Por tal razón, ruega que los que no puedan estar presentes y debatir
oralmente con nosotros, lo hagan, aunque ausentes, por escrito. En el nombre de
nuestro Señor Jesucristo. Amén.
5. El Papa no quiere ni puede remitir culpa alguna, salvo
aquella que él ha impuesto, sea por su arbitrio, sea por conformidad a los
cánones.
10. Mal y torpemente proceden los sacerdotes que reservan a
los moribundos penas canónicas en el purgatorio.
11. Esta cizaña, cual la de transformar la pena canónica
en pena para el purgatorio, parece por cierto haber sido sembrada
mientras los obispos dormían.
20. Por tanto, cuando el Papa habla de remisión plenaria de
todas las penas, no significa simplemente el perdón de todas ellas, sino
solamente el de aquellas que él mismo impuso.
21. En consecuencia, yerran aquellos predicadores de
indulgencias que afirman que el hombre es absuelto a la vez que salvo de toda
pena, a causa de las indulgencias del Papa.
22. De modo que el Papa no remite pena alguna a las almas
del purgatorio que, según los cánones, ellas debían haber pagado en esta
vida.
27. Mera doctrina humana predican aquellos que aseveran que
tan pronto suena la moneda que se echa en la caja, el alma sale volando.
28. Cierto es que, cuando al tintinear, la moneda cae en la
caja, el lucro y la avaricia pueden ir en aumento, más la intercesión de la
Iglesia depende sólo de la voluntad de Dios.
32. Serán eternamente condenados junto con sus maestros,
aquellos que crean estar seguros de su salvación mediante una carta de
indulgencias.
33. Hemos de cuidarnos mucho de aquellos que afirman que las
indulgencias del Papa son el inestimable don divino por el cual el hombre es
reconciliado con Dios.
36. Cualquier cristiano verdaderamente arrepentido tiene
derecho a la remisión plenaria de pena y culpa, aun sin carta de indulgencias.
37. Cualquier cristiano verdadero, sea que esté vivo o
muerto, tiene participación en todos lo bienes de Cristo y de la Iglesia; ésta
participación le ha sido concedida por Dios, aun sin cartas de indulgencias.
42. Debe enseñarse a los cristianos que no es la intención
del Papa, en manera alguna, que la compra de indulgencias se compare con las
obras de misericordia.
43. Hay que instruir a los cristianos que aquel que socorre
al pobre o ayuda al indigente, realiza una obra mayor que si comprase
indulgencias.
46. Debe enseñarse a los cristianos que, si no son colmados
de bienes superfluos, están obligados a retener lo necesario para su casa y de
ningún modo derrocharlo en indulgencias.
48. Se debe enseñar a los cristianos que, al otorgar
indulgencias, el Papa tanto más necesita cuanto desea una oración ferviente por
su persona, antes que dinero en efectivo.
49. Hay que enseñar a los cristianos que las indulgencias
papales son útiles si en ellas no ponen su confianza, pero muy nocivas si, a
causa de ellas, pierden el temor de Dios.
50. Debe enseñarse a los cristianos que si el Papa conociera
las exacciones de los predicadores de indulgencias, preferiría que la basílica
de San Pedro se redujese a cenizas antes que construirla con la piel, la carne
y los huesos de sus ovejas.
51. Debe enseñarse a los cristianos que el Papa estaría
dispuesto, como es su deber, a dar de su peculio a muchísimos de aquellos a los
cuales los pregoneros de indulgencias sonsacaron el dinero, aun cuando para
ello tuviera que vender la basílica de San Pedro, si fuera menester.
52. Vana es la confianza en la salvación por medio de una
carta de indulgencias, aunque el comisario y hasta el mismo Papa pusieran su
misma alma como prenda.
53. Son enemigos de Cristo y del Papa los que, para
predicar indulgencias, ordenan suspender por completo la predicación de la
palabra de Dios en otras iglesias.
54. Oféndese a la palabra de Dios, cuando en un mismo sermón
se dedica tanto o más tiempo a las indulgencias que a ella.
55. Ha de ser la intención del Papa que si las indulgencias
(que muy poco significan) se celebran con una campana, una procesión y una
ceremonia, el evangelio (que es lo más importante), deba predicarse con cien
campanas, cien procesiones y cien ceremonias.
56. Los tesoros de la iglesia, de donde el Papa distribuye
las indulgencias, no son, ni suficientemente mencionados, ni conocidos entre el
pueblo de Dios.
62. El verdadero tesoro de la iglesia es el sacrosanto
evangelio de la gloria y de la gracia de Dios.
63. Empero este tesoro es, con razón, muy odiado, puesto que
hace que los primeros sean postreros.
64. En cambio, el tesoro de las indulgencias, con razón, es
sumamente grato, porque hace que los postreros sean primeros.
65. Por ello, los tesoros del evangelio son las redes con
las cuales en otros tiempos se pescaba a hombres poseedores de bienes.
66. Los tesoros de las indulgencias son redes con las cuales
ahora se pescan las riquezas de los hombres.
67. Respecto a las indulgencias, que los predicadores
pregonan con gracias máximas, se entiende que efectivamente lo son en cuanto
proporcionan ganancias.
68. No obstante, son las gracias más pequeñas en comparación
con la gracia de Dios y la piedad de la cruz.
76. Decimos por el contrario, que las indulgencias papales
no pueden borrar el más leve de los pecados veniales, en lo que
concierne a la culpa.
77. Afirmar que si San Pedro fuese Papa hoy, no podría
conceder mayores gracias, constituye una blasfemia contra San Pedro y el
Papa.
78. Sostenemos, por el contrario, que el actual Papa, como
cualquier otro, dispone de mayores gracias, a saber: el evangelio, las virtudes
espirituales, los dones de sanidad, etc., como se dice en 1ª de Corintios 12.
81. Esta arbitraria predicación de indulgencias hace que ni
siquiera, aun para personas cultas, resulte fácil salvar el respeto que se debe
al Papa, frente a las calumnias o preguntas indudablemente sutiles de
los laicos.
82. Por ejemplo: ¿Por qué el Papa no vacía el purgatorio
a causa de la santísima caridad y la muy apremiante necesidad de las almas, lo
cual sería la más justa de todas las razones, "si él redime un número
infinito de almas a causa del muy miserable dinero para la construcción de la
basílica", lo cual es un motivo completamente insignificante?
83. Del mismo modo: ¿Por qué subsisten las misas y
aniversarios por los difuntos y por qué el Papa no devuelve o permite retirar
las fundaciones instituidas en beneficio de ellos, puesto que ya no es justo
orar por los ya redimidos?
84. Del mismo modo: ¿Qué es esta nueva piedad de Dios
(dicen ellos) y del Papa, según la cual conceden al impío y al enemigo de Dios,
por medio del dinero, redimirse en un alma pía y amiga de Dios, y por que no la
redimen más bien, a causa de la necesidad, por gratuita caridad hacia esa misma
alma pía y amada?
85. Del mismo modo: ¿Por qué los cánones penitenciales,
que de hecho y por el desuso desde hace tiempo están abrogados y muertos como
tales, se satisfacen no obstante hasta hoy por la concesión de indulgencias,
como si estuviesen en plena vigencia?
86. Del mismo modo: ¿Por qué el Papa, cuya fortuna es hoy
más abundante que la de los más opulentos ricos, no construye tan sólo una
basílica de San Pedro de su propio dinero, en lugar de hacerlo con el de los
pobres creyentes?
87. Del mismo modo: ¿Qué es lo que remite el Papa y qué
participación concede a los que por una perfecta contrición tienen ya derecho a
una remisión y participación plenarias?
88. Del mismo modo: ¿Qué bien mayor podría hacerse a la
iglesia si el Papa, como lo hace ahora una vez, concediese estas remisiones y
participaciones cien veces por día a cualquiera de los creyentes?
90. Reprimir estos sagaces argumentos de los laicos sólo por
la fuerza, sin desvirtuarlos con razones, significa exponer a la Iglesia y al
Papa a la burla de sus enemigos, y contribuir a la desdicha de los cristianos.
92. ¡ Que se vayan, pues, todos aquellos profetas que dicen
al pueblo de Cristo: "Paz, paz"; y no hay paz!.
Wittenberg, 31 de octubre de 1517.
Se anexa el escrito de
Martín Lutero (en inglés), en el que habla sobre los principios usados en su
traducción de la Biblia al alemán; el valiente Lutero que confrontó a los
vicarios del error de aquella época, quienes aún ahora siguen siendo vicarios
del engaño y la idolatría, la cual tanto daño ha causado principalmente a los
países de las lenguas romances: italiano, español, etc... por ejemplo a México,
despojándoles de lo poco que tienen:http://www.iclnet.org/pub/resources/text/wittenberg/luther/luther-translate.txt
Se anexa la página
(italiana, con la que recuerdo a Juan de Valdés (de hecho, hay varios grupos
cristianos italianos que se hacen llamar "Valdesianos"; y como dijo
Lutero: "No se llamen Luteranos (o con otros apellidos de personas),
llámense solamente Cristianos"), y en la que se anexan 3 versiones de la
Biblia en italiano), página de donde se tomó la melodía de: "Castillo
fuerte es nuestro Dios", compuesta por Martín Lutero con la adaptación
musical "Ein Feste Burg ist unser Gott, Fantasia su corale di Giorgio Ruffa (evanweb@poboxes.com)".
(musicalización de la mayoría del resto de las melodías de esa página de J. S.
Bach): http://digilander.libero.it/grewp/GR-EWP_Home_Page/Benvenuto.html, http://www.tesionline.com/intl/references.jsp?idt=23093
Tasters of the Word (YouTube), videos recientes: "Astronomía y Nacimiento de Jesucristo: Once de Septiembre año Tres A.C.", "Estudio sobre Sanidades" (en 20 episodios), "Jesus Christ, Son or God?" and "We've the Power to Heal":http://www.youtube.com/1fertra
A continuación, la búsqueda para el desaparecido sitio geocities dot com / fdocch
Intenté poner otras búsquedas a otros de mis sitios web aquí pero cada página acepta solamente uno, por lo que las otras se van a distribuir en otros lugares; la búsqueda que sique para otro de mis sitios se ubica en: http://fdocc.ucoz.com/index/0-65 , el índice de donde encontrar las otras búsquedas: http://fdocc.ucoz.com/index/0-2